Columna de Juan Carlos Tafur.

No tenemos información que nos pueda confirmar si Mercedes Aráoz está tensando las relaciones con un sector de la dirigencia aprista con el propósito de encontrar un pretexto que le permita retirarse de la contienda electoral.

Que una invitada convierta en asunto de Estado la permanencia de un líder de gran predicamento en el Apra, como Jorge del Castillo, la va a conducir al suicidio o a una victoria pírrica.

Si termina reculando y aceptando la expresión de fuerza del ex Premier, Aráoz habrá dejado en claro que ella no solo no manda sino que sería casi una figura decorativa pensada con la intención de reclutar más votos que los que una plancha ciento por ciento aprista hubiese convocado. Desairado final para una tecnócrata eficaz que, además, supo conquistar un grado importante de aprobación en sendas gestiones ministeriales. Es esta la opción del suicidio.

De otro lado, si se logra imponer –al parecer, contaría con el apoyo del propio Presidente de la República- y humilla a Del Castillo, es un hecho que la venganza no será light. Quienes lo conocen pueden acreditar que el ex Premier no es, precisamente, un buen tipo. El rencor, la deslealtad y la puñalada artera son parte esencial de su equipaje político. Y lo despliega a placer, regodeándose en ello. Una candidatura de Mercedes Aráoz con la mitad del Apra en contra va camino al fracaso seguro y a más de un mal trago en el proceso. Es este, por ello, el sendero de la victoria pírrica.

Hay circunstancias en las cuales una encrucijada conduce a dos destinos indeseables. Creemos que en dicha disyuntiva se encuentra Mercedes Aráoz. Si ella pensó que su candidatura presidencial le iba a suponer una suerte de upgrade personal, se equivocó de cabo a rabo. En verdad, no había forma que la aventura concluyera bien. Ni para ella ni para los apristas. Si García fue la materia gris detrás de su nominación ha demostrado que solo es bueno para su propio beneficio o para hacer daño a otros.

Si no da un paso al costado en las próximas horas, Mercedes Araóz va a pasar por el trance que sufrió Carlos Roca en la reciente contienda municipal. Si en el Apra ven que Ar