Columna de Augusto Alvarez Rodrich.

Los pleitos crecientes por la lista del Apra al Congreso.

La exacerbación de las tensiones en el Apra por la lista al Congreso tendría que ver con que su candidata presidencial aún no alza vuelo y con la previsible escasez de votos que esto implica pero, también, con un mar de fondo no necesariamente vinculado a la táctica electoral.

El pleito se ha concentrado en la ubicación del ex premier Jorge del Castillo en la lista al Congreso, un asunto sobre el que Mercedes Aráoz ha tenido una opinión cambiante.

Al comienzo, parecía que el promotor de la candidatura presidencial de Aráoz era Del Castillo, quien a pesar de contar con los votos dentro del partido para ganar ese derecho, era consciente de sus limitaciones por la estela de los ‘petroaudios’ y, también, por no contar con el respaldo del presidente Alan García, quien prefería a Javier Velásquez Quesquén en ese sitio.

Ante ello, Del Castillo habría ‘cedido’ su candidatura a cambio de poner en ese puesto a Aráoz y colocarse él en el primer puesto de la lista parlamentaria, como una forma de ‘limpiarse’ dentro del partido. A Alan García no le gustó ese esquema.

Pero cuando ya parecía que había cuajado esa fórmula, Aráoz sorprendió al cuestionar la presencia de su –¿ex?– promotor debido, precisamente, a los ‘petroaudios’. Al día siguiente, sin embargo, reviró y dijo que no podía imponerse a la decisión del partido. Pero el fin de semana Aráoz volvió a la carga y recordó un acuerdo para que ese puesto sea para un independiente.

El ex premier, como señaló ayer Mirko Lauer en su columna en este diario, habría dicho que si no va primero, simplemente se retira de la contienda (lo cual quizá no se cumpla). Es obvio que la presencia de Del Castillo en el puesto número uno sería aprovechada por los candidatos rivales como expresión de poco compromiso anticorrupción, aunque también es cierto que él es uno de los mejores operadores electorales apristas.

Pero esta vez Meche Aráoz ya no parece estar sola en su pedido, el cual ha coincidido con opiniones similares y estratégicas de Nidia Vílchez y Luis Gonzales Posada, quienes apuntaron que la Dirección Política le ha dado libertad a su candidata presidencial para elegir al número uno al Congreso; que se debe apostar por una renovación; y que no necesariamente la lista debe estar encabezada por Del Castillo.

No se debería descartar que quien esté detrás de estas posiciones sea el propio presidente Alan García. Tampoco, que un día de estos, entre tanto pleito interno y una candidatura que no levanta, Mercedes Aráoz se harte y se mande mudar. Por ejemplo, filtrando un audio que parafrasee al de Lourdes Flores en la campaña municipal: ‘Métanse la presidencia al poto’.